El producto mínimo viable (PMV) es la base sobre la que se fundamenta la metodología Lean Startup. El producto mínimo viable es la mejor herramienta para poner a prueba una idea de negocio. A continuación, se detallan en qué consiste, cuáles son sus principales características, tipos y consejos a tener en cuenta.
Para qué sirve un PMV
El PMV es un prototipo de producto o servicio que se desea lanzar. Tiene unas funciones mínimas que permiten presentarlo a los clientes potenciales y comprobar si realmente les interesa. Por tanto, es una versión reducida que sirve para recopilar información relevante sobre el diseño y grado de aceptación que puede tener en el mercado real.
El PMV sirve a las empresas para saber si realmente el nuevo producto o servicio es realmente necesario para los clientes, y si están dispuestos a pagar por él. Además, es una guía perfecta para perfeccionar el diseño y diversas funcionalidades. Por ello, el PMV ayuda a aportar valor y crear mejoras antes de su lanzamiento final.
Por otro lado, el PMV también ayuda a minimizar los costes de desarrollo y ejecución de las características. Con el PMV las empresas disminuyen el riesgo de fracaso y la incertidumbre vinculada al lanzamiento de nuevas ideas. Sin duda, es una estrategia muy interesante para formular el producto perfecto y evitar el fracaso. El proyecto inicial puede ser totalmente diferente al resultado final, todo depende de la respuesta de los clientes.
A la hora de diseñar un PMV los negocios deben tener en cuenta la funcionalidad, la usabilidad y el diseño. De esta forma, se conseguirá deleitar a los clientes pioneros o también llamados early adopters. Centrarse exclusivamente en las funcionalidades del PMV, resulta todo un error. El PMV debe ser la prueba del conjunto al completo.
Características de un Producto Mínimo Viable
Conocer las características del producto mínimo viable ayuda a los equipos de producción a no desperdiciar recursos ni tiempo. A continuación, se detallan las características principales:
Diseño
Para captar la atención del cliente, es fundamental contar con un diseño adecuado y conseguir una experiencia de usuario al completo. El PMV debe conseguir satisfacer el aspecto visual y la interacción.
Fiabilidad
La fiabilidad del MPV es esencial para conseguir los objetivos. Involucrar a los early adopters para que confíen y planteen su opinión sobre el producto o servicio.
Funcionalidad
El producto mínimo viable debe contar con las funciones necesarias para solucionar problemas específicos del consumidor. Por tanto, debe satisfacer las demandas y permitir analizar las funciones en las etapas más avanzadas.
Usabilidad
El PMV debe tener el suficiente valor para que la gente esté dispuesta a usarlo o comprarlo. Es decir, ser útil para el cliente potencial.
Cómo hacer un producto mínimo viable
Lo primero de todo es identificar las necesidades del mercado. Comprobar si el producto o servicio realmente va a satisfacer las necesidades que presentan los consumidores potenciales. Para ello, es importante preguntar qué problemas hay que solucionar y por qué los clientes comprarían el producto o servicio. También, se debe analizar a la competencia para buscar soluciones reales.
Seguidamente, hay que perfilar el cliente ideal. Para crear el producto perfecto hay que basarlo en las necesidades de un cliente. Comprender las preferencias y hábitos del consumidor, para adaptar sus funcionalidades y características.
Tras conocer las necesidades, inquietudes y preferencias del cliente, hay que ejecutar el producto mínimo viable. Con los datos sobre el entorno y el mercado, se puede determinar las principales características del modelo inicial. Si la puesta en marcha es muy costosa, se puede optar por utilizar maquetas físicas.
Por último, hay que valorar los resultados. Tras lanzar el producto mínimo viable la empresa tiene que buscar un feedback o una retroalimentación. Entrevistar al cliente con encuestas de satisfacción, resolver sus dudas sobre las funcionalidades a mejorar. Si los datos son positivos, se podrá seguir adelante con la ejecución de la idea. No obstante, si los datos son negativos, la empresa debe aplicar mejoras para rentabilizar su idea.
Tipos de PMVs
Existen dos tipos de producto mínimo viable:
Producto mínimo viable de baja fidelidad
Los productos mínimos viables de baja fidelidad son ideas fáciles de ejecutar que además permiten obtener resultados básicos que ayudan a comprender las necesidades e inquietudes del cliente. Su objetivo principal es investigar qué tipo de soluciones son más eficaces para los clientes.
Por ejemplo, las entrevistas directas con los consumidores son una forma de obtener datos muy relevantes sobre el producto y los problemas a resolver. Por tanto, el producto mínimo viable de baja fidelidad se puede utilizar para probar una idea y saber si realmente es rentable y escalable.
Producto mínimo viable de alta fidelidad
Los productos mínimos viables de alta fiabilidad ofrecen un conjunto de resultados más concisos y con mayor desarrollo. Su principal objetivo es identificar una solución eficaz que defina si los clientes están dispuestos a pagar por el producto.
Además, el PMV de alta fiabilidad debe permitir definir y optimizar las estrategias de marketing y los canales de comunicación. El producto mínimo viable de alta fidelidad requiere de más tiempo y esfuerzo, pero es más eficaz y completo.
Consejos para encontrar a los Early Adopters
Para encontrar a los clientes potenciales o early adopters, lo mejor es analizar a la competencia. Descubrir a quién van enfocados para posicionar el producto mínimo viable. Todas las ideas deben ir enfocadas a un segmento poblacional, por tanto, hay que determinar su idioma, factores culturales, cómo van a ser las ventas, etc. También se debe encontrar un motivo real de la compra, es decir, por qué los clientes comprarían el producto y no el de la competencia.
Por otra parte, para evitar errores con los consumidores potenciales, es importante tener en cuenta la amplitud del público. La audiencia no debe ser excesivamente grande, este hecho puede derivar en problemas con la recopilación de información. Tampoco hay que excederse en el tiempo de prueba. Para evaluar el feedback del público hay que diseñar unas fases de planificación y ejecución.
Por último, todas las empresas que ejecuten un PMV deben prestar mucha atención al feedback, la opinión de la audiencia es la parte fundamental de esta estrategia. Si quieres saber más detalles sobre el PMV ¡Contacta con nosotros!