¿Quieres lanzar un nuevo producto o servicio al mercado, pero no sabes si tendrá éxito? Entonces, necesitas conocer el concepto de producto mínimo viable (PMV), una herramienta clave para el desarrollo de proyectos innovadores.
Desde Vannilo Holding, te explicaremos qué es un PMV, cuáles son sus beneficios, y cómo puedes crear uno paso a paso. Además, te mostraremos algunos ejemplos reales de PMV que triunfaron en el mercado. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es un producto mínimo viable?
Un producto mínimo viable (PMV) es una versión simplificada de un producto o servicio, que contiene solo las características esenciales que satisfacen las necesidades de los primeros clientes. El objetivo de un PMV es obtener el máximo aprendizaje sobre el mercado con el mínimo esfuerzo posible, y así poder validar o descartar una hipótesis de negocio.
El concepto de PMV fue popularizado por Eric Ries, el creador del método Lean Startup, que propone un enfoque ágil y experimental para el desarrollo de productos. Según Ries, el PMV es el primer paso del ciclo de retroalimentación “construir-medir-aprender”, que permite a los emprendedores probar sus ideas, recoger feedback de los usuarios, y mejorar sus propuestas de valor.
¿Cuáles son los beneficios de un producto mínimo viable?
Crear un producto mínimo viable tiene muchas ventajas para los emprendedores y las empresas que quieren innovar. Algunas de ellas son:
- Reduce el riesgo de fracaso, permitiendo validar la demanda y el interés de los clientes antes de invertir demasiados recursos en el desarrollo del producto final.
- Acelera el proceso de aprendizaje, al facilitar la obtención de datos reales y objetivos sobre el comportamiento y las preferencias de los usuarios, y así poder adaptar el producto a sus necesidades y expectativas.
- Ahorra tiempo y dinero, evitando el desperdicio de recursos en funcionalidades innecesarias o que no aportan valor al cliente.
- Fomenta la creatividad y la innovación, al estimular la generación de ideas originales y la experimentación con diferentes soluciones.
5 pasos para crear un producto mínimo viable
El proceso de creación de un producto mínimo viable puede variar según los modelos de negocios, así como el sector y el mercado al que se dirige. Sin embargo, existen algunos pasos comunes que se pueden seguir a la hora de diseñar un PMV de forma efectiva. Estos son:
Definir el problema y la solución
El primer paso es identificar el problema que se quiere resolver, y la solución que se ofrece al cliente. Para ello, se puede utilizar la técnica del lienzo de propuesta de valor, que consiste en definir el segmento de clientes, sus necesidades, los beneficios que se les brinda, y cómo se les comunica el valor del producto.
Establecer las hipótesis clave
El segundo paso es formular las hipótesis más importantes que se quieren validar con el PMV. Estas pueden ser sobre el problema, la solución, el mercado, el modelo de negocio, o el canal de distribución. Por ejemplo, una hipótesis podría ser: “Los jóvenes de entre 18 y 25 años están dispuestos a pagar una suscripción mensual por acceder a una plataforma de streaming de música”.
Determinar las características esenciales
Luego, se deberá seleccionar las características mínimas que debe tener el PMV para resolver el problema y entregar valor al cliente. Aquí se puede utilizar la técnica del mapa de priorización, que consiste en clasificar las funcionalidades según su importancia y su dificultad de implementación, y elegir las que se encuentran en el cuadrante superior izquierdo (alta importancia y baja dificultad).
Construir y lanzar el PMV
El cuarto paso es desarrollar y lanzar el PMV al mercado, utilizando las herramientas y los recursos disponibles. El PMV puede tener diferentes formatos, dependiendo del tipo de producto o servicio que se ofrece. Algunos ejemplos son: una página web, una aplicación móvil, un vídeo, un prototipo, un servicio manual, o un experimento.
Medir y aprender
Por último, hay que medir los resultados del PMV y analizar el feedback de los usuarios. Para ello, se pueden utilizar diferentes métodos, como las métricas, las encuestas, las entrevistas, o las pruebas de usuario. El objetivo es comprobar si las hipótesis se han validado o no, y extraer los aprendizajes que permitan mejorar el producto.
Ejemplos de productos mínimos viables
A lo largo de la historia, muchos productos exitosos han empezado como PMV, y han evolucionado gracias al feedback de los clientes. Algunos ejemplos son:
- Dropbox: El PMV de Dropbox fue un vídeo de 3 minutos que mostraba cómo funcionaba el servicio de almacenamiento en la nube, y que invitaba a los usuarios a registrarse en una lista de espera. El vídeo tuvo tanto éxito, que aumentó el número de suscriptores de 5.000 a 75.000 en una noche.
- Airbnb: El PMV de Airbnb fue una página web sencilla que ofrecía alojamiento barato en el apartamento de los fundadores durante una conferencia en San Francisco. La página web tuvo una buena acogida, y les permitió validar la idea de que la gente estaba dispuesta a alquilar su espacio a desconoc dropbox
- Zappos: El PMV de Zappos fue una página web que vendía zapatos online, pero que en realidad no tenía ningún inventario propio. Los fundadores iban a las tiendas físicas, compraban los zapatos que los clientes habían pedido, y los enviaban por correo. Así, pudieron comprobar que había demanda por el servicio, y luego crearon su propia infraestructura.
Como ves, el producto mínimo viable es una herramienta muy útil para validar tu idea de negocio, y crear un producto que se adapte a las necesidades de tus clientes. Si quieres saber más sobre el PMV, y cómo aplicarlo a tu proyecto, contacta con Vannilo Holding. Te brindaremos el asesoramiento personalizado para acompañarte en cada etapa de tu proyecto.