Los KPIs financieros, o indicadores clave de rendimiento financiero, son métricas esenciales. Se utilizan en todo tipo de empresas: Pymes, holdings empresariales, multinacionales…Miden el desempeño de una empresa en términos de salud financiera. Son cruciales para los líderes empresariales, ya que proporcionan una visión clara y detallada del rendimiento en áreas clave como la rentabilidad, la liquidez y la eficiencia operativa.
Al rastrear y analizar estos KPIs financieros, los líderes pueden tomar decisiones informadas para mejorar la salud financiera de la compañía. En última instancia, maximizar su rentabilidad y crecimiento a largo plazo. Los KPIs financieros son una herramienta poderosa para cualquier negocio que busque tomar el control de su desempeño financiero.
Para qué se utilizan los Kpis financieros
Estos indicadores son para medir el rendimiento financiero de una empresa o una organización, por lo que proporcionan información valiosa sobre su salud financiera. De este modo, los gerentes y directivos pueden tomar decisiones informadas sobre la gestión financiera y el desarrollo empresarial.
Los KPIs financieros pueden incluir una amplia variedad de métricas. Por ejemplo, el margen de beneficio, el ROI de una StartUp, la rentabilidad de los activos, la liquidez y el endeudamiento. Estos indicadores pueden ser analizados a lo largo del tiempo para evaluar el rendimiento financiero de la empresa y para detectar tendencias y patrones importantes.
Además, pueden ser utilizados para comparar el rendimiento de la empresa con el de otras compañías del mismo sector.
¿Cuáles son los KPIs financieros más utilizados?
Hay una amplia variedad de indicadores financieros que se utilizan para evaluar diferentes aspectos del desempeño financiero de una empresa. A continuación, se mencionan algunos de los más utilizados:
Liquidez
Este es un indicador financiero que mide la capacidad de una empresa para cumplir con sus obligaciones financieras a corto plazo. En otras palabras, mide la facilidad con la que puede convertir sus activos en efectivo para pagar sus deudas a corto plazo (préstamos, facturas de proveedores y otros gastos corrientes).
Existen varios ratios que se pueden utilizar como indicadores de liquidez. Los más comunes son el ratio de liquidez corriente y el ratio de prueba ácida. A veces también se usa el flujo de caja neto para medir la liquidez de una empresa.
- En el primero, se calcula dividiendo los activos corrientes por sus pasivos corrientes. Un ratio de liquidez corriente de 1 significa que la empresa tiene suficientes activos corrientes para cubrir completamente sus pasivos corrientes.
- El ratio de prueba ácida es similar al ratio de liquidez corriente, pero excluye los inventarios de los activos corrientes. Ten en cuenta que estos pueden ser difíciles de convertir rápidamente en efectivo en caso de necesidad. Un ratio de prueba ácida superior a 1 indica que tiene una buena capacidad para cumplir con sus obligaciones.
Rentabilidad
La rentabilidad mide la capacidad de una empresa para generar beneficios a partir de sus activos. Este indicador es importante porque se refiere a la eficacia con que el negocio utiliza sus recursos para generar beneficios.
Existen varios ratios que se pueden utilizar para medir la rentabilidad. Los más comunes son el retorno sobre los activos (ROA) y el retorno sobre el patrimonio (ROE).
- El ROA mide la cantidad de beneficios que la empresa genera a partir de sus activos totales. Este ratio se calcula al dividir el beneficio neto por sus activos totales. Un alto ROA indica que ha utilizado de forma eficaz sus activos para generar beneficios.
- El ROE, mide la cantidad de beneficios que la empresa genera a partir del patrimonio neto de los accionistas. Este ratio se calcula al dividir el beneficio neto por su patrimonio neto. Un alto ROE indica que ha generado un alto nivel de beneficios a partir de la inversión de sus accionistas.
Rentabilidad de la inversión (ROI)
El KPI de rentabilidad de la inversión (ROI) es un indicador financiero que mide el rendimiento de la inversión realizada por la empresa. Este indicador es utilizado para evaluar la rentabilidad de una inversión en términos de la cantidad de beneficio generado en relación con el gasto de la inversión.
El ROI se calcula al dividir el beneficio neto de la inversión por el gasto de la inversión, y se expresa como un porcentaje o una fracción. Un ROI alto indica que la inversión ha sido rentable, mientras que un ROI bajo indica que no ha generado suficiente beneficio en relación con su gasto.
Facturación
Este es un indicador que mide el volumen de ventas totales de una empresa durante un período determinado. Es utilizado para evaluar la capacidad que tiene para generar ingresos y para evaluar su crecimiento. La facturación se calcula al multiplicar el precio de venta por la cantidad de unidades vendidas.
Es importante tener en cuenta que la facturación no tiene en cuenta los gastos asociados con la producción y venta de los productos o servicios. Por eso, es importante utilizar otros indicadores financieros junto con la facturación para evaluar la rentabilidad.
Deuda
El KPI de deuda mide la cantidad de deuda que tiene la empresa en relación con sus activos totales. Este indicador es utilizado para evaluar la solidez financiera y su capacidad para cumplir con sus obligaciones financieras a largo plazo.
Este valor se expresa generalmente como un ratio deuda a activos o deuda a capital. Se calcula al dividir la cantidad de deuda por sus activos totales o por su capital total. Un alto ratio de deuda indica que la empresa tiene una cantidad significativa de deuda en relación con sus activos o capital.
Es importante tener en cuenta que el nivel de deuda aceptable puede variar entre diferentes industrias. Depende de factores como el modelo de negocio, el ciclo económico y las condiciones del mercado. Además, es importante evaluar otros indicadores financieros junto con el KPI de deuda para tener una imagen completa de la salud financiera.
¿Cómo medir los KPI financieros?
Los KPIs financieros se miden a través de diferentes fórmulas y cálculos según el indicador que se esté evaluando. Sin embargo, aquí hay algunos pasos generales para medir los KPIs financieros:
- Definir el objetivo del KPI: Es importante establecer el objetivo específico que se quiere lograr con ese indicador. Por ejemplo, si se quiere medir la rentabilidad, el objetivo puede ser maximizar los beneficios.
- Seleccionar el KPI: Se debe seleccionar el KPI financiero adecuado que sea relevante para ese objetivo. Para medir la rentabilidad, la métrica adecuada puede ser el ROA o el ROI.
- Calcular el KPI: Cada KPI financiero tiene una fórmula específica, por lo que es importante verificar que se estén utilizando las fórmulas correctas.
- Analizar los resultados: Una vez que se ha calculado el valor del KPI, se deben analizar los resultados para evaluar el rendimiento financiero de la empresa. Es importante comparar los resultados con los de períodos anteriores y con los de otros competidores para tener una imagen completa del rendimiento financiero.
- Tomar medidas: Finalmente, se deben tomar medidas para mejorar el desempeño financiero si se detectan problemas o tendencias preocupantes. Esto puede implicar ajustes en la gestión financiera, la asignación de recursos o la estrategia de negocio en general.