En toda sociedad o empresa entra y sale dinero durante un periodo de tiempo. Esto es lo que se conoce como flujo de caja neto. Este elemento constituye un indicador importante que sirve para medir la liquidez de una empresa.
En el flujo de caja neto se pueden distinguir algunos componentes de acuerdo al origen y aplicación de los fondos: Flujo de caja de financiación, de las operaciones y de caja de los accionistas.
Definición de flujo de caja neto
Es un tipo de flujo de caja que corresponde al efectivo que entra y sale de una empresa o que forma parte de la proyección financiera dentro de una estrategia de inversión. El importe de este flujo de caja se calcula al sumar las amortizaciones practicadas durante el límite temporal, en el cual se adquiere el beneficio neto.
El movimiento de caja supone un indicador primordial para cuantificar el volumen y la liquidez de las empresas durante un periodo de tiempo específico. Esta valoración ayuda a los directivos a tomar decisiones acertadas para mejorar la rentabilidad del negocio.
¿En qué se diferencia de los otros flujos de caja?
Para comprender de qué se trata el flujo neto de caja, es importante definir otros flujos de caja. Estos sirven de información clave para inversores, propietarios, accionistas y contadores.
A continuación, te mencionamos los distintos tipos de flujo de caja:
- Flujo de caja de inversión: Consiste en los egresos e ingresos correspondientes al financiamiento realizado por terceros y accionistas. Esto demuestra cuál es la capacidad de pago de las actividades de la empresa en un tiempo determinado.
Por lo general, estas inversiones se acentúan sobre los activos financieros que son rentables y, en consecuencia, consiguen liquidez.
- Flujo de caja financiero: Son los movimientos en efectivo de las inversiones financieras relacionadas de manera directa con las actividades de la empresa. Por ejemplo, el pago de los créditos o el efectivo recibido de la emisión de acciones. Corresponde a las obligaciones financieras de la empresa.
- Flujo de caja proyectado: Este instrumento financiero permite prever determinadas situaciones que colocan en riesgo la operatividad de una empresa. Sobre todo, lo relacionado con la liquidez.
- Flujo de caja operativo: Son los ingresos y salidas que incluyen los cobros y pagos relacionados con las actividades de la empresa. En este caso, no se incluyen el préstamo de la deuda financiera y el patrimonio.
Métodos para conocer el flujo de caja
Para calcular el flujo de caja neto es necesario sumar los beneficios en neto. Sobre todo, de aquellas amortizaciones realizadas durante el mismo tiempo. La fórmula básica para calcularlo es la siguiente: Flujo de caja = Beneficios netos + Amortizaciones + Provisiones + Cuentas por pagar – Cuentas por cobrar.
A continuación, te describimos los métodos para calcular el flujo de caja:
Método directo
Este es uno de los métodos más usados para calcular la cantidad de flujo efectivo que recibe una empresa. De este modo, se pueden obtener resultados a partir del uso del sistema de caja para deducir. Sobre todo, los inversionistas pueden saber cuál es el flujo efectivo que resulta después de unas operaciones financieras específicas.
Para este cálculo se ingresan todas las transacciones en efectivo que se hayan realizado durante un período de tiempo. Asimismo, se deben incluir los gastos, los impuestos, recibos, intereses y pagos.
Método indirecto
Este método se basa en el estado de resultados que ha sido registrado en los libros de contabilidad. De esta manera, se pueden depurar los datos y configurar el saldo efectivo. En esta oportunidad, se tiene en cuenta el ingreso neto y los cambios producidos durante el balance general. Con esta información se comparan los datos y se ajustan.
La siguiente fórmula ayuda a obtener resultados: Flujo de efectivo = ingreso neto + pérdidas y ganancias por inversiones y financiación + cargos no monetarios + cambios en las cuentas de operación.
Consejos para mejorar el flujo de caja libre
El flujo de caja libre corresponde a la cantidad de dinero no comprometido que tiene una empresa una vez que ha cubierto todos los gastos de capital y los gastos operativos. Es decir, el flujo de caja libre es el dinero que resta después de pagar la renta, los servicios, los sueldos, los impuestos y las deudas.
Las métricas de flujo de caja libre es un buen indicador de la salud de la compañía. A continuación, te mencionamos algunas recomendaciones para evitar cualquier riesgo que comprometa el desarrollo operativo de la empresa:
- Utiliza programas de gestión o softwares empresariales que digitalicen las operaciones. Así podrás agilizar el registro de pagos y los cobros propios de cualquier empresa. De este modo, se ahorra mucho tiempo para hacer otras tareas.
- Contratar personal profesional, ya que el área financiera es un tema que no puede manejar cualquier persona. De esta manera, podrás garantizar un flujo de caja positivo.
- Debes establecer una estrategia financiera viable con metas reales y un plan de acción bien estructurado. Además, podrás atraer a potenciales inversores.
- Cuida la relación con tus proveedores. Esto te permitirá solventar cualquier imprevisto que pueda suceder y que afecte el flujo de caja libre.