La preocupación por los empleados es una tendencia en auge entre las empresas. Contar con empleados experimentados y capacitados es una de las principales ventajas competitivas de cualquier organización. No es nada beneficioso la rotación de personal, ya que el rendimiento y la calidad de los servicios se ven afectados. Este hecho es uno de los más desaprobados por los departamentos de Recursos Humanos.
Sin duda, buscar y retener el talento es un reto para las compañías. Y, al mismo tiempo, mejorar el trato a los empleados es una gran estrategia capaz de marcar la productividad final del negocio. Para resolver estas cuestiones nació el mentoring, para facilitar la retención del talento y para fomentar la capacitación y la formación periódica de los empleados.
En ese sentido, el mentoring es un método que sirve de guía para mejorar la cadena de valor de cualquier compañía. Además, brinda experiencia y nuevos conocimientos a los trabajadores. Es momento de conocer más detalles sobre esta tendencia.
En qué consiste
En el mentoring se comparten conocimientos, habilidades y experiencias de vida/trabajo para guiar a otros a alcanzar su potencial. Se trata de una metodología práctica basada en aprender a través de escuchar la experiencia de un tutor. Este mentor intenta traspasar todos sus conocimientos a su compañero o alumno. De esta forma, se lleva a cabo una transmisión de manera eficaz, precisa y organizada.
Para poder comprender el mentoring hay que partir de una filosofía donde se piensa que el potencial profesional de los empleados, en ocasiones, está sin explotar o desarrollar. Por este motivo surge el mentoring, para canalizar las habilidades del aprendiz y potenciarlas a partir de la experiencia del mentor.
Un buen mentor debe ser una persona entusiasta, que encaje bien con su aprendiz, respete los tiempos de aprendizaje y reflexión. El mentor debe inculcar sus conocimientos de un modo natural, de esta manera, se logran resultados objetivos por parte del aprendiz.
Si se centra la atención en el contexto empresarial, la práctica del mentoring puede traer numerosos beneficios sobre la productividad general de la organización y a nivel individual para el empleado.
Diferencias entre un mentor y un coach
En ocasiones, se puede llegar a confundir el concepto mentor y coach. El coaching se centra en otorgar conocimientos específicos sobre una habilidad determinada o proceso. Por lo general, el coach es una persona externa a la empresa y su objetivo se focaliza en ayudar a los trabajadores a desarrollar una determinada habilidad.
Sin embargo, el mentoring se centra no solo en las habilidades laborales, sino también en el ámbito personal. A diferencia del coaching, que va dirigido exclusivamente al aprendizaje de tareas sin ir más allá del contexto personal.
Una empresa contrata los servicios de un coach cuando busca perfeccionar las habilidades específicas de un empleado. Generalmente, se lleva a cabo esta práctica, cuando las compañías no logran cumplir con los objetivos laborales específicos o desean implantar una nueva metodología de trabajo.
Por su parte, aquellas que optan por el mentoring buscan ayudar a los empleados a desarrollar su potencial a través del liderazgo. Del mismo modo, se incorpora mentoring cuando se desea llevar a cabo un plan de sucesión de un trabajador por otro. Además, el mentoring es muy beneficioso para facilitar la integración de nuevos trabajadores, asimismo, potencia la retención del talento.
El coaching y mentoring se complementan entre sí y actualmente son fundamentales para motivar y retener el talento en las compañías.
Beneficios y Ventajas principales
Aplicar mentoring ofrece multitud de beneficios para las empresas. Desde el apoyo para efectuar nuevas contrataciones, hasta la ayuda de implantar una cultura empresarial abierta y confortable que anime a los empleados a aplicar nuevas ideas y mejorar los servicios de la organización.
Algunos de los beneficios más destacados del mentoring son:
- Alcanzar objetivos.
- Empresa sólida.
- Mayor cultura empresarial.
- Desarrollo del liderazgo.
- Planificación inteligente.
- Transferencia de conocimientos.
- Satisfacción laboral.
- Retención y desarrollo del talento.
- Aumenta la productividad.
Funciones del mentoring en la empresa
Principales funciones del mentoring en las empresas:
- Transmitir conocimientos: el mentoring pretende transmitir conocimientos y habilidades a empleados a partir de profesionales más cualificados, es decir, aquellos que cuentan con más años de experiencia en la empresa.
- Desarrollo del potencial: el mentoring tiene una base individualista que implica reconocer las fortalezas y capacidades del empleado. De este modo, uno de los principales objetivos del mentor es identificar las habilidades desconocidas del aprendiz y trabajar para desarrollarlas.
- Acompañamiento: el mentoring empresarial no se centra exclusivamente en el desarrollo profesional, sino en el proceso de acompañamiento. Con la ayuda de un mentor, el aprendiz va conociendo las normas, sistemas y métodos de la organización.
- Disminuir la curva de aprendizaje: una de las principales funciones del mentoring es reducir la curva de aprendizaje. Con la ayuda de un mentor, las habilidades y conocimientos aprendidos se pueden adaptar rápidamente al trabajo cotidiano de la empresa.
Tipos de mentoring empresarial
Dependiendo del objetivo que se desee alcanzar, se pueden seleccionar diferentes tipos de mentoring:
- Mentoring personal: modelo convencional de mentoring, el mentor y empleado mantienen una relación a largo plazo para transmitir los conocimientos y habilidades.
- Peer to peer: entre pares, varios profesionales con la misma experiencia y conocimientos comparten ideas.
- Exprés: un tipo de mentoring rápido, los conocimientos específicos se difunden en un corto plazo.
- Mentoring de equipo: los programas de mentoring van dirigidos a un equipo de trabajo o departamento concreto.
- Reverse mentoring: los más jóvenes de la empresa ocupan el papel de mentor para ofrecer las habilidades más innovadoras a los más experimentados.
Cómo aplicar el mentoring en una empresa
En las pequeñas y medianas empresas, el mentoring se suele aplicar de forma informal, pero si se quiere obtener el máximo rendimiento, es conveniente diseñar una planificación siguiendo estos pasos:
Determinar los objetivos a cumplir
Todo mentoring necesita una organización previa. Por ello, es importante definir objetivos que se desean alcanzar, estos deben ser claros y apuntar hacia el desarrollo de las competencias profesionales. Los objetivos tienen que ser específicos, realistas, alcanzables, medibles y acotados en el tiempo.
Selecciona a los mentores adecuados para cada caso
El éxito del mentoring depende, en un gran porcentaje, de las habilidades del mentor. Por este motivo, es crucial seleccionar a una persona cualificada, con experiencia en liderazgo y comprometida con la empresa.
Mide, supervisa y extrae conclusiones
El seguimiento del plan de mentoring es esencial, se tiene que medir tanto el grado de satisfacción del mentor como el del empleado aprendiz. Por ello, se puede establecer un seguimiento semanal o mensual para verificar la información entre mentor y aprendiz.
